Angustia, un par de canciones lentas y tus fotos en mi mano derecha.

Tranquila, me dije a mí misma un par de días atrás haciéndome creer que todo iba a salir bien.

Su olor, su olor sigue en mi ropa, su voz sigue en cada grabación que ocupa la memoria de mi teléfono móvil, y su sonrisa aún sigue en mi mente.

Dime, dime como puedo hacer para borrar los pocos recuerdos que me quedan de ti. Dime como olvido los besos que me diste, fuesen sinceros o no, aquella noche de invierno.

Todo empezó una tarde con una simple pregunta que derivó a una conversación bastante extensa en la que me demostraste una pequeña y sensible parte de ti. Día tras día, noche tras noche, mi afición por hablar contigo, por oír tu voz o por ver una simple foto fue incrementando.

Creo que cuando quise parar mis sentimientos fue tarde, porque una tarde nos vimos y solo recuerdo todas las caricias, abrazos y besos que me diste. Sí, tú lo sabes, fue una locura.

Más tarde vinieron los 'te echo de menos', y todas esas cosas que viniendo de ti, incrementaron mi ilusión..

Pero.. ¿Cómo se pudo crear algo tan grande en tan poco tiempo? Vivo con esa duda, y con la duda de si aún quisieras verme.

Me lo prometí y ahora estoy intentando quererme más de lo que algún día te quise a ti. Pero ya sabes, la rutina se hace pesada sin ti, sin tus abrazos, sin tus 'te espero' o sin tus 'bonita'...