Angustia, un par de canciones lentas y tus fotos en mi mano derecha.

Tranquila, me dije a mí misma un par de días atrás haciéndome creer que todo iba a salir bien.

Su olor, su olor sigue en mi ropa, su voz sigue en cada grabación que ocupa la memoria de mi teléfono móvil, y su sonrisa aún sigue en mi mente.

Dime, dime como puedo hacer para borrar los pocos recuerdos que me quedan de ti. Dime como olvido los besos que me diste, fuesen sinceros o no, aquella noche de invierno.

Todo empezó una tarde con una simple pregunta que derivó a una conversación bastante extensa en la que me demostraste una pequeña y sensible parte de ti. Día tras día, noche tras noche, mi afición por hablar contigo, por oír tu voz o por ver una simple foto fue incrementando.

Creo que cuando quise parar mis sentimientos fue tarde, porque una tarde nos vimos y solo recuerdo todas las caricias, abrazos y besos que me diste. Sí, tú lo sabes, fue una locura.

Más tarde vinieron los 'te echo de menos', y todas esas cosas que viniendo de ti, incrementaron mi ilusión..

Pero.. ¿Cómo se pudo crear algo tan grande en tan poco tiempo? Vivo con esa duda, y con la duda de si aún quisieras verme.

Me lo prometí y ahora estoy intentando quererme más de lo que algún día te quise a ti. Pero ya sabes, la rutina se hace pesada sin ti, sin tus abrazos, sin tus 'te espero' o sin tus 'bonita'...

Promesas.

Un día normal, un día de rutina, te despiertas. No sabes bien por qué te sientes así, de esa manera, tal vez ha sido un sueño.

Como todas las mañanas, te levantas despeinada, vas al baño algo adormilada y poco después, bajas a desayunar.

Intentas averiguar esta sensación tan rara que invade tu cuerpo. Entonces, recuerdas porque estás así.

Llevas unas semanas rara, sin ánimos, fingiendo sonrisas y excusándote por las lágrimas que tus ojos no pueden parar de soltar.

No sabes cómo ha sucedido, ni por qué razón, pero sin motivo alguno todo lo que había, la magia, se acabó.

Tal vez a él no le ha afectado tanto como a ti te está afectando. Apenas te apetece comer, te sientes insegura y muy infravalorada más que nada, porque veías que tu futuro era junto a él.

Es raro como te sientes. Te sientes vacía, incompleta, como si algo te faltase y sí, te falta él.

Es increíble lo que te pudo llegar a hacer sentir. Pero más increíble es que de todas las promesas que hizo, ninguna fuera verdad.
La verdad, no era normal la felicidad que te producía con un simple 'hola' pero mayor era la felicidad, cuando os quedabais hasta las 3 de la mañana hablando de vuestro futuro, de los planes que haríais y de cómo sería todo cuando os vieseis.

Día a día te demostraba su perfección, sus ganas de estar a tu lado aunque bueno, eso era mutuo.

'Mi princesa', 'Mi idiota', 'Mi niña', esas palabras te hacían soñar, te hacían temblar y es más, hacían que tus sentimientos crecieran.

Poco a poco él se fue distanciando sin razón alguna y tú, tú hacías todo lo posible porque ese final no llegase...

Lo prometiste. Lucharías por él, pero él parece ser, que no quería que tú lucharas por él.

Es como si él solo quisiera huir por cobarde, por no tener que decir 'adiós'

Lo mejor es que, te dejó sola, con tus sentimientos tan fuertes y sin ánimo de seguir adelante.

Supongo, que por cosas como estas, no solemos creer en el amor...

Luego quedan canciones con recuerdos, tu voz, vuestras conversaciones eternas pero bonitas...

Tienes que aprender a no aferrarte tanto a tus sentimientos, a cambiar de libro en vez de pasar página.

Fdo: Una maldita idiota que espera verse algún día en tus sábanas.

Loneliness.

Sí, todo esto que me pasa se resume con una simple palabra: SOLEDAD.
No me siento agusto conmigo misma, no me siento agusto en esta situación, no me siento agusto con lo que estoy sintiendo y tampoco me siento agusto cómo estoy actuando. No estoy conforme con todo esto.
Puede parecer una tontería, pero no estoy bien. 
Y soy idiota, porque al día siguiente voy forzando una sonrisa, intentándome engañar diciendome a mí misma un 'estoy bien' cuando sé perfectamente que me siento sola.
Llego a mi casa y veo la misma mierda todos los días, mi rutina es ver mierda.
Discusiones y más discusiones, y yo hay un momento, en que no puedo más, en que esta rutina me está ahogando, me está matando... Exploto.
Me arrepiento de cosas que no quiero decir como un 'Ojalá me vaya ya de esta casa' pero es que, realmente siento que tú, no estás haciendo las cosas bien. No entiendo quién te está comiendo la cabeza ni tampoco entiendo por qué estás actuando así conmigo.
Si yo, no te hago falta, lo mejor va a ser no hablarnos aunque esté jodida toda mi vida entera...

Soledad.

¿Nunca habéis sentido esa necesidad de huir? Huir del mundo, olvidarte de tu existencia o simplemente, desaparecer. 

La soledad. La soledad se apodera poco a poco de mí, se adueña de mi alma, de mis pensamientos...

Dicen que estamos hechos de los momentos, recuerdos y demás, pero yo ahora mismo, a pesar de haber vivido miles de momentos y tener miles de recuerdos, me siento vacía, muy vacía.

Tal vez es porque personas a las que tenía y sigo teniendo mucho aprecio, se han ido de mi vida. No han avisado, simplemente ellas han decidido abandonarme.

Suelen decir 'al mal tiempo, buena cara.' pero yo, desde pequeña, siempre he exteriorizado mis sentimientos y si estoy mal, lloro y si estoy bien, sonrío.

Dicen que el llorar en público, es de valientes. 

No creo tampoco que yo lo sea, porque si fuera valiente, tendría el valor de afrontar la situación y de plantar cara a todo esto. Pero no, yo me quedo con una sonrisa en la cara, como una idiota, y por dentro siento que poco a poco, la soledad me va comiendo, me va matando...

A veces, encuentras personas que te complementan, que te completan el poco hueco existente que hay dentro de tu cuerpo. 

La felicidad cuando estás con ellos se eleva al punto máximo y es entonces cuando crees, que incluso, puedes tocar el cielo.

Más tarde, se van, deciden irse y tú, no sabes si van a volver, y ahí es cuando empiezas a darte cuenta de lo muy importante que eran para ti aunque siempre lo hayas sabido.

No me gusta depender de una persona, aunque, los seres humanos somos muy dependientes. 

Somos más felices cuando tenemos a alguien con quien poder compartir lágrimas, sonrisas, risas, abrazos, momentos o en los casos del amor, besos, caricias, miradas de complicidad y muchas noches donde el tema de conversación es inacabable. 

Impotencia. Impotencia es la que siento yo al saber que estoy sola sin ti, y que aunque nos hayamos dado un tiempo, yo sigo aquí esperando sin saber si regresarás...

Mi felicidad.

Te despiertas por la mañana, como todos los días para hacer tu rutina pero te sientes algo cansada y... 
¿Qué es lo primero que piensas? El motivo de tu cansancio.
¿Y cuál es ese motivo? Aquella persona tan especial.
Sí, una sonrisa instantánea acaba de aparecer con tan solo pensarle porque sabes que ayer, estuviste hasta demasiado tarde solo para decirle las buenas noches.
¿Te digo lo que quiero? Quiero vivir una vida junto a ti, sentir que estás ahí por si algún día yo me caigo y saber que yo jamás te fallaré.
Si te digo la verdad, no hay ningún día en que no te piense, no hay día en que no me imagine lo bonito que va a ser cuando mis labios rocen los tuyos. 
Es solo pensar que dentro de poco podré sentir cómo tus brazos me rodean o me cogen por la cintura, y siento que mis ojos cobran un brillo especial, que mi corazón poco a poco se acelera y que mis sentimientos incrementan cada minuto que lo pienso.
Me cuesta asimilar que me quieres a mí, con todas mis imperfecciones cuando tú, eres la definición de perfección.
Yo sé, que los 'para siempre' se terminan acabando pero también sé, que somos la excepción de esa regla.
Quiero que sepas que mis sentimientos incrementan cada vez que me sonríes o cada vez que me haces sonreír.

Distance.

¿Sabéis? He aprendido una de las mayores cosas que se pueden aprender.

Y cuando digo aprender es porque ya lo he puesto en práctica porque pienso que nada se aprende hasta que no se pone en práctica.

He aprendido que el amor es un sentimiento demasiado fuerte y que unos números que digan cuán lejos estás de esa persona, no importan.

Sí, como todos sabéis estoy hablando de esa odiada distancia.

¿De qué os sirve odiar tanto la distancia si va a seguir ahí por mucho odio que la tengáis?

Los valientes, los que confían en una persona, esas personas son las que apuestan por una relación a distancia.

Los sentimientos, siempre son una preferencia en esta vida. Hacer siempre lo que se siente y no tener que estar condicionado por unos simples números, por unos números que no significan ni lo más mínimo.

No siempre decir todas las veces 'te quiero' es porque le quieres más o menos. A veces sobran los 'te quiero' cuando los sentimientos se demuestran día tras día.

La verdad, no me importaría ahora mismo tener una relación a distancia, contigo, si sé, que detrás de esos números, tú me estás esperando.

Claro, claro que me encantaría estar besándote en este mismo instante o estar abrazándote hasta quedarme sin aire, pero por el momento, me tengo que conformar con ver tu sonrisa y con oír tu voz que más tarde, podré disfrutar en vivo y en directo susurrándome al oído un 'te quiero.'

Y recordad, los sentimientos siempre son mayores que la distancia.